14.11.06

Unión mística, el camino Sufí - Osho


Debe ser el quinto libro que leo de este hombre, diletante, oportunista, lo que quieran llamarle. Me agrada su pensamiento, pues en temas religiosos tiende a una anarquía no violenta. Yo fui educado en la religión católica, y lo más difícil es sacarse de encima esas estructuras reaccionarias y fanatizantes que van tiñéndolo todo. Siempre me descubro actuando o pensando según esas normas de conducta que no han cambiado desde la época de la Inquisición. Al mismo tiempo, me ha quedado la costumbre de leer textos de espiritualidad. Los de Larrañaga, o Jálics primero. Luego los maravillosos del padre Vallés, o de ese sacerdote orientalista llamado Anthony de Mello. Más tarde, los teólogos de la liberación, como Gustavo Gutiérrez, Jon Sobrino, el expulsado de la Iglesia Leonardo Boff, o Frei Betto. A estos últimos nunca los he abandonado, ya que su compromiso con el derrotado por la globalización es único en cualquier línea de pensamiento en el mundo, sea religiosa o no. Finalmente, descubrí a Osho en un supermercado, y me sedujeron sus diatribas contra la religión católica y su Dios, o, mejor dicho, contra toda religión organizada. Su tesis de la aceptación budista me ha ayudado a madurar muchas cosas de mi vida personal, y siempre me sorprendo al ver los paralelos que se establecen entre Osho y las teorías psicológicas y educacionales de Carl Rogers.
Este libro contiene los discursos completos sobre un antiguo poema sufí de Hakim Sanai. Los otros libros que se editan, más parecidos a textos de autoayuda, son refritos de centenas de sus discursos. Le ponen un título, por ejemplo, "Conciencia", y pegan uno tras otro los textos sobre ese tema hablados por Osho a lo largo de toda su vida. Esos libros son los que menos me interesan. Me parecen mejor los libros que, como este que comento, contienen discursos completos, pues Osho nunca escribió un libro, y es interesante seguir la línea de su discurso, o leer sus graciosos chistes.

Guía del Usuario para el Nuevo Milenio - J. G. Ballard


Para mí, Ballard es uno de los mejores escritores de la actualidad, quien nunca recibirá un Nobel u otro premio prestigioso porque se ha dedicado a lo que se juzga como literatura menor, la ciencia ficción. Sin embargo, en este libro dejamos de lado su capacidad en el oficio de la escritura para centrarnos en su valía como pensador. Se trata de una compilación de sus artículos en publicaciones periódicas, donde historia la cultura cotidiana con su visión habitual. Algunos textos son aburridos, otros inexplicables, y otros fundamentales. Lo mejor, los párrafos autobiográficos, de donde extractamos una frase que parece un lema de toda su vida. También es casi una lección para quienes vivimos en esta globalización salvaje: "Pero para sobrevivir a la guerra, sobretodo como civil, uno tiene que aceptar las reglas que ésta impone e incluso, como hice yo, aprender a quererla".

Hijos del País - Hugo Chumbita


Un tema ya trillado para los lectores de lo que damos en llamar "revisionismo histórico", esto es, la historia que no aparece en los manuales de escuela. La negación de nuestra parte criolla aparece en cada una de nuestras familias, y es el origen del drama que suele vivir la Argentina. A esta altura, ha dejado de ser exacto el slogan "historia que no se enseña en las escuelas". Las nuevas generaciones de profesores son más abiertas y contestatarias. Las ventas de este tipo de libros suele ser alta (de ahí que se sigan editando, a pesar de las quejas de los dueños de este país). Sin embargo, la percepción de que debemos ser europeos o norteamericanos para lograr un país mejor no cambia. Centenas de argentinos parten hacia cualquier lado que les asegure escapar del hecho de ser latinoamericanos (después nos llenamos la boca con el drama de los balseros cubanos).
El libro es interesante, polémico, corto, contiene buenas ilustraciones. Pero es un tema que ya trataba Jauretche con su manera agresiva y campechana. Chumbita es autor de otros estudios imprescindibles, como "Jinetes Rebeldes", así que no nos quedemos en Hijos del País para juzgarlo.

10.11.06

Vida, pasión y muerte de Federico García Lorca - Ian Gibson


Un libro bastante detallista. Gordo, pesado, con un insert de interesantes fotografías, la historia va tan al detalle que aburre. ¿De qué sirve conocer la historia de la escuela donde estudió? También me cansé, sí. Tal vez más adelante lo termine (llegué a la página Nº 200) o saltee hasta llegar a los capítulos sobre su asesinato. Una pregunta: ¿es que las páginas tienen que ponerse tan amarillas en tan poco tiempo? ¿Es la manera de obtener a un precio más o menos accesible tremendo libraco?

2.11.06

Manual de Perdedores - Juan Sasturain


No me ha gustado este libro tan mentado. Sasturain es un personaje, y a veces se lo ve actuando en fotonovelas para revistas literarias coloridas. Le entré con mucha expectativa, pero pronto me cansé. Tal vez el esfuerzo de mantener el libro abierto (la encuadernación de Sudamericana no tiene parangón), o lo simplón de la trama. Tal vez la hilaridad que despierta leer las proezas físicas de un jubilado municipal, o ese esfuerzo por hacer de la historia algo cotidiano. Si bien hay algunos hallazgos en la escritura, no llegué a leer la segunda historia. Ya me pudrí cuando la misma se insinúa al final de la primera. De todas maneras, pueden hacer la prueba. Tengo dudas sobre el abandono de las lecturas, pues a veces me ha pasado que retomé un libro varios años después del abandono, y me pregunté por qué había dejado una obra que ahora me gustaba. El libro está en las mesas de saldo de los supermercados a $6 (sí, seis pesos).
Sólo para mi vanagloria: comenzado el 1º de noviembre y abandonado al día siguiente.
 
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