26.2.08

La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre - Naomi Klein


Esta mujer es increíble. Cómo lo hace. Logra explicar en 600 páginas realidades tan disímiles, encuentra todos los puntos en común y expone todas las argumentaciones con tanta claridad que sólo podemos asombrarnos y sentir envidia por su forma de redactar. Podría decirse que el libro es un poco simplón en algunas partes, pero los libros que se le oponen ideológicamente lo son aún más. El último capítulo es esperanzador. Menos mal, porque sino, nos suicidamos al llegar a la última página.

Un árbol de la noche - Truman Capote

Este libro durmió seis años en la biblioteca de obras desechables, aquellas que no tengo ganas de guardar, y venderé o donaré. Haciendo la última razzia, decidí darle otra oportunidad a esta colección de cuentos (¡es el autor de A sangre fría!). Y, ahora que lo terminé, no me explico qué fue lo que me llevó a casi desecharlo. Tal vez la primera página, que es inentendible (aunque puede ser un error de traducción). Pero es sólo la primera página. El libro es extraordinario, y el cuento "Cierra la última puerta" está súper bueno. A leer, amigos.

Gestalt, el arte del contacto - Serge Ginger


Un libro para especialistas, creo. La mitad son consejos para quien pone en práctica como terapeuta a la Gestalt. Algunas cosas me sirvieron para ir dejando cierto pasado que me estaba lastrando (de lastre y de comer, digo).

8.2.08

Los siete samurai - Akira Kurosawa (Cine)

1.- La película dura casi tres horas y media. Vamos, que nadie se ha quejado del Señor de los Anillos, que consta de tres partes que duran tres horas cada una.
2.- Ese tiempo pasa rápido. La película tiene humor y acción. A veces nos perdemos algunos chistes y eventos que tienen que ver con cuestiones históricas que no conocemos. Sobre todo los juegos de palabras, y el hecho de reconocer a un samurai por sobre un ciudadano japonés común.
3.- Un grupo de 40 bandidos (¿referencia a Alí Babá, el relato que integra "Las mil y una noches"?) espera la cocecha para atacar a una aldea. Los campesinos, enterados, piden el consejo del viejo sabio, quien les recomienda ir a buscar samurais. Guerreros legendarios, luchaban como mercenarios, para quien pudiera pagar su salario. El tema social, de la Japón medieval, tiene algunos contactos con nuestra realidad actual. Sobretodo después de leer las noticias sobre los vecinos armados en Tres Arroyos.
4.- El personaje que interpreta Toshiro Mifune es sorprendente. Parece que está loco, pero ya verán qué esconde. Y es el antecedente de tanto segundón histérico de tanta película moderna (desde el burro de Skrek hasta ese que anda al lado del héroe en las últimas de Star Wars; a mí me dan ganas de asesinarlos). Sucede que en las películas modernas estos bufones están al pedo, sólo buscan la comicidad, de una manera tan burda y estridente que sólo se ríen quienes disfrutan de obras como "Bañeros explosivos", o algo así.
5.- La película me emocionó en varias partes. Cuando los siete samurais contratados llegan al pueblo, a luchar por la comida, pues los campesinos no tienen más riquezas que esa, recordé cuando yo, integrando el grupo misionero, llegaba a los pueblos perdidos de Catamarca. La emoción de la gente por los visitantes que vienen a darles una mano, el choque entre la cultura urbana y la rural, y esa especie de admiración que el habitante del interior tiene por el que viene de afuera. Los samurai enseguida simpatizan con los campesinos, aunque hay alguno que tiene sus reservas.
6.- Con humor y paciencia, organizan a los campesinos para su propia defensa. Hacen un mapa (tan parecido al que nosotros dibujábamos en Catamarca que me quedé sin aliento), construyen barricadas, entrenan a los pobladores. Aquí el personaje de Mifune se convierte en alguien fundamental. Los niños lo siguen, y, cuando hace la burla frente a la gente, todos riéndose a carcajadas en la plaza, me trajo otra vez a Catamarca al living de esta casa.
7.- El primer ataque de los bandidos es brutal. Los campesinos intentan huir, pero los samurai siguen férreos en su trabajo, y los obligan a plantar cara. Salen perdiendo los bandidos, y la moral de los pobladores está en las nubes. Es impresionante la escena, sencilla, en la que los samurai observan cómo los campesinos van tomando conciencia de su propio poder, y se dicen: "Al final los bandidos no eran tan valientes". El jefe de los samurai sonríe, complacido, como entendiendo que, en realidad, ese era el verdadero trabajo.
8.- Pero no todo es idealización de los campesinos. Algunos samurai perciben que ellos esconden algo. Y luego nos enteramos que es verdad.
9.- El final es emocionante, también lleno de acción. Los samurai, con inteligentes tácticas de defensa, van diezmando a sus enemigos. Los combates se suceden uno tras otro, y, cuando un bandido ingresa a la aldea, es herido por una espada samurai con el objeto de que los campesinos lo ultimen con sus lanzas. También aparece el amor, y es sorprendente que sea la mujer quien pida al varón tener sexo, "pues mañana todos moriremos".
10.- La escena final, con los pobladores sembrando el arroz en medio de la música y los cánticos, no tiene desperdicio. Las mujeres recorren el sembrado, inclinadas, y siguiendo el ritmo de los tambores. Esta escena deja pensando a los samurai sobrevivientes, hasta que el jefe reflexiona que ellos, los samurai, son los que han salido derrotados.

Historias de diván. Ocho relatos de vida - Gabriel Rolón


El libro se lee super rápido, les diría que en horas. Sorprende la claridad de la prosa, y la sencillez de cada caso. Pienso en mis propios problemas psicológicos, ¿serán tan fáciles de resolver? A vos te pasa esto, listo. Como el chabón que dejó, de un momento para otro, su vicio exhibicionista. ¿Será que no encontré un terapeuta mágico? El libro también es muy pedagógico, eso sí. ¿Nace un nuevo Bucay?

Carrera y Fracasi - Daniel Guebel


Me salió tres pesos, casi el valor del diario del sábado. Nuevo, por supuesto. Quiere decir que no se lo vendieron a nadie y tienen millones en stock. La lectura es entretenida y a veces cómica. También delirante y excesiva. Y también, y que me disculpen, es discriminatoria. Una cosa es no ser políticamente correcto y otra es ser un gorila moderno. Nada más, amigos. Sí, lo leí entero.

El origen de la luz - Arnaldo Calveyra


Me sorprendió este libro de cuentos. El poeta, o escritor más conocido por su poesía, se manda unas historias que empiezan siendo regionales, hasta realistas, y que pronto levantan un vuelo impactante. Una prosa verdaderamente poética. Me costó 3 (tres) pesos. Como un desprecio a este tipo de literatura, tal vez del interior del país, quién sabe. Vayan y léanlo. Sale casi la mitad que el diario del domingo.

El cabildo del rock - Candelaria Kristof


La historia fascinante del estudio Del Cielito, y de su sello discográfico. Lleno de anécdotas de nuestros personajes del rock. Parece como una historia de aprendizaje, pues la autora no sabe nada al principio sobre rock argentino. Por momentos parece un libro de autoayuda. Por momentos aburre con sus palabras sobre su propia separación y sobre la historia de una amiga que se deprime y debe ser internada. Termina siendo un libro que aporta datos y magia a la historia de nuestra cultura popular. Hoy nuestro rock está algo dormido. Ya lo veremos renacer.

Milenio negro - J. G. Ballard


Bueno, Ballard es uno de mis autores favoritos (lo dije de muchos en este blog, no?). Esta obra tal vez lo desmerezca un poco, pero, de todas maneras, aquí están sus temas, su visión apocalíptica del futuro, su crudeza para los eventos urbanos, esa lectura casi hiperrealista de un evento tan cotidiano como un ataque terrorista. Para mí es sorprendente. Lo veo a mi padre, con la edad que tiene Ballard en este momento, y me resulta sorprendente. Qué escribiré yo cuando supere los 70, tal vez sólo me dedique a los sufrimientos físicos con una pensión mínima. Gracias, Ballard. Por todo, por lo que vendrá. Yo aprecio tus textos, aún este.

Las ratas / Sombras suele vestir - José Bianco


¡Mesas de saldo! Seguramente Dios no existe, pero ¡Sí las mesas de saldo! Si bien el segundo relato desciende un poco en calidad e interés, "Las ratas" es una obra notable. Hay una prosa porteña de época, muy característica, tal vez algo anglo, distante, ligeramente despreciativas con quien no ha sido tan afortunado en su ascenso social, llena de expresiones cultas y frases que pueden llegar a ser inteligentes. Se nota al autor sentado en su escritorio de Barrio Norte, dándonos clase de buena expresión, digamos que no tan ocupados en expresar esa historia que los está conmoviendo. Por eso nos queda cierto encanto por haber visitado un texto muy culto, donde frases como... opacan una historia tal vez brutal.

Las otras puertas - Abelardo Castillo

Habla bien de algo que este libro haya sido editado exclusivamente para las bibliotecas de las escuelas argentinas. Digamos que, en las librerías, no hay mucho de este autor argentino. A veces se encuentra alguna edición de sus "Cuentos Completos", en un tomo que sale como 60 pesos, lo cual lo hace igualmente inalcanzable. Señor padre, pídale a su niño que retire esta obra magnífica en la biblioteca de su colegio. Léanlo juntos. Dramas de adolescencia, confesiones terribles, en una prosa trabajada, brutal, inolvidable. Nos gustaría que Castillo fuera más famoso. En esta etapa del capitalismo, sólo así lograríamos acceso a mayor cantidad de sus obras a un precio relativamente accesible.
 
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